martes, 10 de enero de 2012

Su anhelo era ver al Grau en la profesional:
Y SE NOS FUE MANUEL  "MELEQUE"!
Por: Raúl Almeida Saldarriaga
Magazine Norteño
Martes, 10 Enero 2012
Meleque ya era una leyenda viva y por eso llegamos a pensar que no obstante sus males, él se levantaría con la fuerza y entereza que lo signaron como hombre y deportista. Fue un símbolo excepcional de las mejores épocas del fútbol piurano y del Atlético Grau. Se retiró en 1986, treinta años después de su debut en primera división con la casaquilla del Municipal de Deportes, el club del barrio Buenos Aires, promocionado por don Máximo Bermúdez. No digamos que fue descubridor, ya que a sus 16 años, era un crack en ciernes desde que integró el equipo infantil del Estrella Roja, campeón del I Interbarrios 55.
Goleador del gran equipo que por esos armó la Gran Unidad Escolar San Miguel. Quien mejor puede dar fe de la clase de Meleque es el Dr. Pepe Tejero, su compañero de andanzas en el fútbol escolar, junto con el Gato Nolte, Guanabita Gutiérrez, Gerardo Altuna y Ricardo Garcés.
En 1958 había superado largamente su etapa de consolidación y fue entonces que el Dr. Gustavo Vásquez Zúñiga lo llevó al Ugarte del Barrio Sur, el único que le hacía parada al Estrella Roja que andaba por su tercer titulo consecutivo. En octubre de ese año, el entrenador de la Selección de Talara lo convocó de refuerzo para la etapa final del Campeonato Nacional de Lima, donde se consagró campeón. Fue su primer galardón.
En 1959 jugó por el Halliburton de Negritos, el equipo de petrolera que operaba en el zócalo y allí hizo valer su calidad al lado de otras figuras de Talara. Le iba muy bien hasta que apareció Orlando Balarezo y lo convenció para traelo al Atlético Grau durante la etapa de los jales que hicieron del equipo académico el mejor de Piura y base de la Selección que ganó el título de Liga y el Campeonato Nacional de 1960 en Lima.
A sus veinte años, Meleque era de lejos lo mejor del fútbol piurano. No impresionaba por su físico pero la potencia de sus derechazoa era temible para el más pintado de los arqueros. Tampoco fue un habilidoso sino más bien un jugador que hacía del fútbol un juego fácil y para eso le sobraba talento. En 1961 fue campeón del pre Bolivariano y en cancha de Barranquilla, Colombia, formó parte de la Selección Nacional que se cubrió de oro. Piura fue la base de aquel formación dirigida por DT griego Dan Georgiadis.
Estuvo en el equipo del Grau en el primer Descentralizado de 1966 a órdenes del DT húngaro Ladislao Pakozdi y siguió en 1967 con Juan Honores. Este año sucedió un cisma directriz y tras el golpe institucional contra Balarezo tuvo que irse del club. Fue a reforzar al Ugarte de Trujillo y en la primera edición de la Copa Perú se consagró campeón. Un galardón más de los tanto.
s que logró en su carrera
En 1971, después de tres años volvió al Grau. Pasaba de la treintena y muchos lo creían terminado, pero estaba intacto, había madurado y la derecha mantenía la potencia de sus mejores tiempos. Ese año, el Grau cumplió su más impactante campaña para ganar la Copa Perú en forma invicta y retornar por la puerta grande al fútbol profesional. Fue el capitán de aquella formación entre cuyos puntales se contó con Rolando Jiménez. Jorge Albán, Julio César Miranda, Julio Cevallos, Manuel Mora, Noé Rojas, Toribio Peña del Rosario, Quimbo Córdova, Nicolás Gutiérrez, Marco Murguía y Reynaldo Rojas.
Meleque parecía inacabable y aún prolongó su carrera por espacio de quince años más en el Grau. Alguna vez se hablaba de su retiro y regresaba cuando las cosas se ponían difíciles para el club de sus amores. Incursionó como entrenador y en 1984 logró clasificar al Alianza Atlético a la finalísima de la Copa Perú, cumpliendo una buena campaña, pero fue desembarcado y el equipo de Sullana perdió el rumbo en Lima.

En 1986, los desgarros musculares que se habían hecho crónicos marcaban su adiós de las canchas y fue la Municipalidad Provincial de Piura la que organizó el match de despedida. El gran Héctor Chumpitaz y su sobrino Fidel Suárez Becerra estuvieron con el Sporting Cristal en esa emotiva jornada del estadio Miguel Grau, donde el crack se despidió por todo lo alto en medio del afecto de la afición piurana. Después, no salió otro como él, por eso es que su ausencia se ha sentido tanto.
Así, pues, desde su aparición con el Muni y su despedida de 1986, pasaron 30 largos años y si hoy en día los viejos aficionados tanto lo extrañaron, los de las generaciones recientes deben saber quien fue este Señor del Fútbol, una leyenda, pese a que el tiempo no lo perdonó y resquebrajó su salud. Quienes lo hemos admirado con afecto, hoy nos embarga la tristeza porque no lo tendremos más. Con toda su gloria deportiva a cuestas, Meleque se marchó por los rumbos eternos.

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