domingo, 10 de agosto de 2008

ESTIMADOS COMPAÑEROS:
SEMBLANZA DE JOSE AGUILAR SANTISTEBAN Domingo 10 de Agosto 2008
Magazine Norteño
Escribe: Luis Alberto Paico Villanueva
Conocí al Loro Aguilar en la época de la dictadura militar de Velasco, cuando aún vivía en el famoso "cotorro", que era el lugar donde dormía si podían los miembros de la brigada del partido. Fuimos de la Promoción 70-80 "Los Ültimos Discípulos de Víctor Raúl".
PEPE EL PROPAGANDISTA
Pepe fué uno de los mejores propagandistas del partido. Sus letras gigantes y enormes de "APRA" eran secundadas por los consejos del Jefe. Decia: "No hagan letras pequeñas que nadie las vé. Háganlas gigantes para que desde la distancia puedan verlas miles de gentes. Aprendan de Aguilar que entiende mi mensaje sobre la propaganda política y su influencia psicosocial; además es lo que más le molesta al dictador y a sus esbirros que andan repitiendo que el APRA ya murió y les dá rabieta que sigua el APRA presente entre su pueblo".
Sin embargo engolosinado por las palabras del Jefe y el orgullo de haberle ganado la partida al c. Eleodoro "Chato" Calderón que tenía las mismas virtudes, se animó un muy buen día en escribir en una larga pared de Alfonso Ugarte con esta inscripción. "SÓLO DIOS SALVARÁ MI ALMA, Y SÓLO EL APRISMO SALV........ ......... .....", sólo hasta allí llegó la brocha de Aguilar, pues dos patrulleros dieron con él y sus huesos fueron a dar a Seguridad de Estado. Avisado el Jefe dijo: "Que tenga su reprimenda, debió escribir sólo la palabra mágica que aturdía a la Dictadura, él ya sabía cuales eran las órdenes de la Jefatura".
Pensando que el Jefe estaba insinuando que como desacato a sus órdenes debía quedarse preso, acudimos donde el c. Washington Pinzás para que lo libere, como en efecto sucedío. Pepe, al salir de Seguridad de Estado, se fué al cotorro sacó un balde de pintura, una brocha y terminó la frase SALVARÁ AL PERÚ. En la noche, fué celebrado por el Jefe este mural como una muestra que el valor del Aprismo, era más fuerte que la dictadura. No miró ni agradeció a Pepe quien esperaba el saludo público del Jefe, enemigo de las alabanzas públicas para sus guerreros a quienes privadamente les celebraba todas sus hazañas.
PEPE EL DE LA GUARDIA DE SEGURIDAD DEL JEFE
La Brigada del Partido había quedado disminuída en número, pero se había acrecentado en valor, arrojo y fiereza. Cuantos ómnibus, cuantos autos, cuantas cabezas, humanoides de la dictadura y de los dictadores y de sus ocasionales tránsfugas sirvientes habían sido sepultados de las manos de Pepe. La Brigada era invencible, bajo los sabios consejos del compañero Jorge Idiáquez.Y los muchachos de los Comandos Universitarios, aprendíamos de ellos. A acompañar el Jefe hasta altas horas de la madrugada, a darle protección dentro y fuera del Partido. A compañarlo a Vitarte y dormir en la cama de González Prada. A jugar con Toni y con Valeriano Padre y Valeriano Hijo.Pepe y los demás nos enseñaban pacientemente a armar los "pirulos" que velozmente y diestramente debíamos manejar para enfrentar a los comunistas y a los lumpenes de SINAMOS.
Teníamos de todos los tipos y de todas las formas, de bolas, cuadrados, con estrellas, en fin. Cuando había que aprender a armar un "camote" o algo más serio, el y Enrique Medina, nos enseñaban con paciencia, los tiempos de las mechas, el tratamiento de cada una de ellas, si eran de plástico o comunes o de pólvora negra. Nos enseñaban todos los vericuetos de Vitarte donde habían muchos Mocheros especialistas en fuegos artificiales.
Hicimos siempre una alianza fraterna entre la Brigada y los dirigentes del Comando Universitario. Frente a los lumpen de Patria y Bandera Roja, Vanguardia Revolucionaria y VR-Político Militar, siempre ganamos las batallas. Pepe y la Brigada nos enseñaron a que nadie osara faltarle el respeto a nuestro Jefe Víctor Raúl. Nos enseñaron a dar batalla por nuestros ideales. Nos cuidaban cuando íbamos a polemizar en la Plaza San Martin, el Parque Universitario o la Plaza Unión. Toda la vida que estuvimos y andamos juntos, el Jefe nos unía, pues bastaba una pequeña señal para saber sus disgustos o para regocijarnos con su alegría. Jorge Idiáquez, Pepe y los demás compañeros de aquella gloriosa Brigada, nos enseñaron a no tenerle miedo a los esbirros de Seguridad de Estado o a enfrenatar a los delincuentes comunes cuando nos tocaba estar en Lurigancho o la Cárcel del Callao. Nunca con Pepe,con Enrique o el Chato Calderón fué arriada la bandera Indoamericana en ninguna universidad, frente a los embates comunistas de violencia bárbara y asesina. Una tarde me sacó de la Universidad con los Plutos, Huesito y otros más para decirme que los de la CGTP iban a asaltar el Partido, los pocos dirigentes que estábamos en la Villarreal, fuimos presurosos con él.........en el enfrentamiento casi pierdo una oreja, que fué salvada por la destreza de AUGUSTO LUNA Y el Médico Otuzcano CARRANZA VARAS, pero no fuimos vencidos. Solo Pepe, Enrique Medina y yo sabemos lo que hicimos un día para recuperar la Democracia en nuestro país y lo que nos pudo costar no haber hecho bien las cosas. Eso lo aprendí también de él, la fortaleza y valentía.
PEPE EL DIRIGENTE SINDICAL
Cuando el Jefe decidió formar la "Célula Arturo Sabroso Montoya", Pepe fué Jefe de una de las células que se incorporaron al trabajo sindical. El estuvo en Motor Perú, con Lengua de Trapo Sotomayor, Enrique Medina, Wilbert Bendezú, Manuel Zevallos y otros. Las células se multiplicaron en la fábrica El Diamante, en Record, en fábricas textiles, Moraveco y todos los principales centros de producción industrial.
Había que ver la dialéctica de nuestros dirigentes sindicales formados al amparo de la inteligencia y amor de nuestro Jefe. Amaneciéndose en los mimeógrafos para sacar "El Matador" que era la publicación sindical con que fusilaban los entuertos y traiciones de los dirigentes sindicales "clasistas". Ello le valió ser becado por los sindicatos democráticos de la AFL-CIO y se trajo de EE.UU. las salsas de Willie Colón que nos la repetía en todas las fiestas y con las cuales bailaba cadenciosamente, como el mejor de los bailarines. Jamás podré olvidar "UN VERANO EN NUEVA YORK" cuya autoría se la endilgamos a Pepe por el sentimiento con que la cantaba
PEPE, EL QUE NO TENIA MAQUINARIA
Después de una breve separación por el lío de los 80, Pepe se fué a vivir a la casa de mis Padres en Independencia con dos de sus hijos. Siempre tenía un pretexto para pagar la renta, eran épocas difíciles y Pepe se dedicó al negocio de los libros y no había compañero que le comprara algo, a todos los convencia. No sé de donde sacaba miles de libros de la valiosa Colección de la Real Academia de la Lengua Española, apetecida por todos nosotros. Hasta que llegó el 85 y un día en el Partido se encontró con el Presidente Alan García -que solía ir al Partido- y le preguntó: "Pepe y tú, yo estoy cuidando el Partido. Además el Lorito no tiene plata ni maquinaria para ser nada".
Poco después el Presidente lo nombró Prefecto en Piura su ciudad natal. Allí hizo "maquinaria" política y vivió con dignidad en olor a multitud. Nunca dejó de reconocer a nuestro Jefe y nuestra amistad se mantuvo siempre al tope. Hace un mes en una visita ocasional a Piura, fuí a verlo, no podía dejar de hacerlo. Lo encontré en su casa y su cama, bastante mejorado lo cual me impresionó -no sabía que le habían hecho una trasfusión-. Conversamos, reimos dirante varias horas. Le hize recordar las famosas polémicas con nuestro c. Carlos Roca los días de mi cumpleaños en Independencia, y la verdad que sentía satisfacción espiritual de ver su rostro diáfano y su sonrisa pícara de los años juveniles.Tenías las fotos al costado de tucama del Jefe del Partido y la de Lucho Dávila que por un error del destino perdió la vida en la Federación de Periodistas el año 72, es decir tenía siempre consigo el valor, la inteligencia, el arrojo y el amor filial a nuestro Padre.
¡PEPE, DESCANSA EN PAZ!