viernes, 8 de octubre de 2010

MONSEÑOR Josè Antonio Eguren:
DESTACA FIGURA HEROICA DE MIGUEL GRAU EN HOMENAJE AL CABALLERO DE LOS MARES
Viernes 08 de octubre 2010

Magazine Norteño
La Marina de Guerra del Perú en Piura rindió hoy homenaje al héroe nacional Miguel Grau Seminario , nacido en esta ciudad, al conmemorarse el 131° aniversario del Combate Naval de Angamos.
Desde tempranas horas, civiles y militares se congregaron en la Plaza Grau para los acordes de la Marcha de Banderas, el izamiento del Pabellón Nacional y la colocación de ofrendas florales.
En la ceremonia participó Monseñor José Antonio Eguren, S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura, quien destacó el heroico ejemplo de Miguel Grau, en palabras que a continuación presentamos:

El ejemplo de Angamos
Cuando el Huáscar quedó atrapado por los buques de guerra chilenos en punta Angamos, nos refiere la historia que el histórico Monitor presentó combate. Más aún que fue al ataque intentando emplear su espolón contra las naves enemigas inmensamente superiores en blindaje y en poder de fuego.

El Huáscar, su Gran Comandante y su tripulación de heroicos peruanos mueren peleando. Saben que están perdidos pero no obstante pelean para dejarnos una lección. No optan por lo más fácil que hubiera sido rendirse, sino por lo más difícil que es enfrentar a un enemigo superior en medios materiales, pero no en calidad moral, y así darnos ejemplo de lo significa el honor y el amor por la Patria. El mensaje de Angamos lo podríamos resumir en una frase: “Yo no me rindo por el honor de mi Patria. Yo no me rindo y sigo peleando porque amo al Perú”.
Siguiendo el ejemplo de Grau, de Elías Aguirre, de Diego Ferré, de José Melitón Rodríguez y de Enrique Palacios, entre otros, hoy se hace necesario derrotar el pesimismo y recordar que el Perú es más que la noticia negativa que nos abruma cotidianamente y comprender que a pesar de sus problemas el Perú mantiene intactas sus posibilidades de un futuro brillante.
Con su inmolación en el Combate de Angamos, Grau no cambió el curso de la Guerra, pero nos legó un ejemplo de patriotismo enorme, un símbolo muy poderoso: el Perú no se rinde por más grande que sea la adversidad. Nos dejó el ejemplo de morir peleando, la voluntad de no quebrarse ante la adversidad.
Con Monseñor José Antonio Roca y Boloña, amigo personal del Caballero de los Mares, podemos decirle hoy al Héroe de Angamos y a la tripulación del legendario Monitor Huáscar: “Vuestra inmolación heroica es una lección elocuente que el Perú no olvidará jamás…Habéis caído para levantar al Perú a inconmensurable altura; sobre vuestros restos inanimados se asientan los cimientos del nuevo edificio de su grandeza; los brazos de los que os sobreviven levantarán sus muros y el cielo le pondrá digno remate”

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