SI VILLARÁN NO CAMBIA DE EQUIPO CONSECUENCIAS SERÁN REVOCATORIA O INGOBERNABILIDAD DE LIMA
Lunes, 4 Julio 2011
Magazine Norteño
A seis meses de una gestión municipal severamente cuestionada, si la alcaldesa de Lima no cambia su deficiente equipo gerencial, tendrá que afrontar como consecuencias que se iniciará un proceso de revocatoria en su contra o la ciudad será ingobernable, advirtió el regidor metropolitano Fernán Altuve.
El también agudo analista político dijo que Susana Villarán tiene “un excelente equipo de asesores pero no de ejecutores pues no obstante que ella trabaja mucho su equipo de gestión no funciona porque sus ejecutores en realidad son consultores que le entregan permanentemente diagnósticos sobre los problemas (de la ciudad) pero que no tienen el perfil profesional para que esos estudios se conviertan en una ejecución real”.
Los capitalinos, dijo, acostumbrados durante los últimos 20 años a gestiones municipales de alto nivel con una vigorosa dinámica de acción en obras públicas, perciben que la gestión de Villarán “da muy poco”.
Señaló que tras seis meses del mandato de Villarán, lamentablemente hay serios problemas de gestión que la alcaldesa tiene que resolver con un equipo técnico que deberá cambiar o en caso contrario deberá asumir las consecuencias que pueden traducirse en un proceso de revocatoria o bajísimos índices de popularidad e ingobernabilidad en la ciudad cuyas manifestaciones visibles serán el caos en el transporte público, las suciedad en las calles y una anarquización general, además de la total independización de los distritos frente a la autoridad municipal de Lima como ya sucede con San Juan de Lurigancho y Surco.
Dijo que el problema de Lima no se soluciona con no hacer críticas legítimas a la gestión de Villarán -en alusión a Fernando Andrade (Somos Perú), quien pide más tiempo a favor de su aliada política- sino en la necesidad de que tome decisiones para que realmente tenga una gestión municipal positiva y eso parte con el cambio de su equipo.
Por otro lado observó que es la misma alcaldesa quien se empantana con sus propias actitudes y declaraciones en desmedro de su gestión pues “un día dice una cosa y después no se hace” como sucedió con el tan mentado Plan Zanahoria para fijar horas a la venta de bebidas alcohólicas.
Otro ejemplo, anotó, es el hecho de no haber asistido a la inauguración del Cristo del Pacífico, pues aun reconociendo que sus observaciones sobre el tema fueron legítimas ya que no fue previamente informada sobre la obra, el no haber asistido a su apertura es contraproducente en una ciudad donde la mayoría de la gente es creyente mientras que si participó en una marcha de las minorías sexuales, opción que solo convoca al 10% de la población.
En calidad de jurista, Altuve dijo que en general no cree en la pertinencia de la revocatoria -“no creo que sea un instrumento positivo en el modelo municipal, es un mecanismo complicado que requiere muchos requisitos, casi nunca se aplica”- sin embargo es un instrumento democrático y legal el cual podría enfrentar Susana Villarán quien carga con una gran impopularidad a escasos seis meses de mandato.
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