ACUERDAN DECLARAR LAGUNAS DE LAS HUARINGAS COMO PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD
Miércoles, 5 de junio 2013
Magazine Norteño

Huayama
Neira, del grupo parlamentario Nacionalista Gana Perú, explicó que el proyecto
está orientado proteger progresivamente la zona de páramos andinos, bosques de
neblina y nacientes de agua, así como conservar uno de los refugios de vida
silvestre más frágiles e importantes de los andes piuranos.
De
esta manera, agregó, se salvaguardará su dinámica territorial venida de tiempos
inmemoriales, y promoverá diversos proyectos en materia de gestión social y
cultural. “Las lagunas de Las Huaringas tienen un gran valor en el ecosistema
peruano, con un promedio de 30 espejos de agua, entre ellas la laguna del
Shimbe, donde nace el río Huancabamba, gracias al cual se ha hecho realidad los
proyectos de irrigación de Olmos, en Lambayeque, y el Altopiura, en Piura”,
dijo el parlamentario.
El
dictamen contó con el respaldo de los congresistas Hugo Carrillo (MGP) y Freddy
Sarmiento, de Fuerza Popular, quienes opinaron que se trataba de un proyecto
viable de gran trascendencia para el norte de nuestro país.
Hugo
Carrillo dijo que el proyecto reviste importancia en un país como el nuestro
que padece de ‘sordera cultural’. “Debemos aprovechar esta iniciativa para
informar de la naturaleza de este hábitat, que es una zona mística, de
curación, que no solo tiene atractivos para sus visitantes, sino que, además,
sirve para instruir sobre lo que significa el curanderismo y el turismo de
sanación, que muchas veces es ignorado por la mayoría de personas”, añadió.
El
complejo de lagunas de Las Huaringas (o Huarinjas) es uno de los lugares más
atrayentes y atractivos de la provincia de Huancabamba, en la Cordillera de
Huamaní, a 3,950 metros sobre el nivel del mar.
Es
visitado durante todo el año por turistas del Perú, Ecuador, Colombia y otros
países, que buscan conocer sus bondades esotéricas, los milenarios misterios
que encierra y el poder curativo de sus aguas y de los curanderos
huancabambinos. Los curanderos de Huancabamba, como parte de su ritual de
sanación, consideran un baño en sus heladas aguas, con la finalidad de ayudar a
sanar los males.