PIURA CELEBRA EL 195° ANIVERSARIO DEL GRITO LIBERTARIO
Monseñor José Antonio Eguren presidió Santa Misa en la Iglesia San Francisco de nuestra Ciudad
Lunes, 4 enero 2016
Magazine Norteño
La mañana de hoy, se celebró en el Convento de San Francisco de nuestra ciudad, la tradicional Santa Misa por el 195° Aniversario del Grito Libertario de Piura, presidida por nuestro Arzobispo, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V. Fieles a la tradición de nuestros antepasados, nuestra ciudad recuerda este día, una de sus fechas más gloriosas, un acontecimiento histórico que perenniza el heroico gesto patrio de los piuranos, cuando el 4 de enero de 1821, hombres y mujeres pronunciaron el grito libertario a favor de la causa emancipadora.
A la celebración eucarística asistieron la principales autoridades políticas, civiles y militares de nuestra Región: el Sr. Ing. Reynaldo Hilbck Guzmán, Presidente Regional de Piura; la Sra. Olga Aquino Huamán de Córdova, Gobernadora Política de Piura; el Sr. Dr. Oscar Miranda Martino, Alcalde Provincial de Piura; el Sr. Luis Ramírez Ramírez, Alcalde Distrital de Castilla; el Sr. Práxedes Llacsahuanga, Alcalde Distrital de 26 de Octubre; el Dr. Juan Carlos Checkely Soria, Presidente de la Corte Superior de Justicia de Piura; el Doctor César Orrego Azula, Jefe de la Defensoría del Pueblo de Piura; el Sr. General de Brigada EP Manuel Gómez de la Torre Aranibar, Comandante General de la I División del Ejército; el Sr. Contralmirante AP Edgar Salas Roncagliolo, Comandante General de la Primera Zona Naval; el Sr. General FAP Luis Miguel Tueros Manarelli, Comandante General del Ala Aérea N°1 y el Sr. General PNP Dennis Pinto Gutiérrez, Comandante General de la Región Policial Piura.
HOMILÍA CON OCASIÓN DEL 195º ANIVERSARIO DEL GRITO LIBERTARIO DE PIURA
Vivir la autoridad desde nuestra fe cristiana
Al inicio del nuevo año quiero desearles a todos ustedes un año 2016 lleno de las bendiciones del Señor Jesús. Que la ternura de la misericordia de Dios – Amor nos envuelva a todos los que vivimos en esta gran ciudad y región de Piura.
El misterio de la Navidad que aún estamos celebrando, nos reclama fijar nuestra mirada de fe y amor en la encarnación del Hijo de Dios. En Santa María, la humilde mujer de Nazaret, “el Verbo se hizo carne y vino a habitar entre nosotros” (Jn 1, 14). Y lo hizo con una doble finalidad: de liberación y de recreación. Dios se hace hijo de mujer para liberarnos de la esclavitud del pecado y para recrearnos haciéndonos hijos de Dios (ver Gal 4, 4 y Jn 1, 12). Liberándonos del pecado, Jesús nos reconcilió con el Padre, con nosotros mismos, con nuestros hermanos y con la creación. De esta manera la persona humana pudo salir de la tierra de la desemejanza y del destierro a la cual nos había arrojado el pecado, y recuperar el horizonte pleno de su existencia en la persona del Señor Jesús, el hombre nuevo y perfecto. La salvación iniciada en la encarnación se consumará con la muerte y resurrección de Cristo. Ahora bien esta realidad de liberación y recreación ha tenido lugar en nosotros con el don de nuestro Bautismo. Al recibir este sacramento fuimos liberados del pecado y se nos dio una nueva vida en Cristo.
Por tanto en el día en que celebramos el 195° aniversario del Grito Libertario de Piura, es bueno que las autoridades de Piura, pero especialmente las políticas, tengan presente su condición de cristianos, es decir, de bautizados y que vivan conforme a ella en el ámbito del ejercicio de su autoridad, la cual les ha sido confiada por Dios para servir a nuestros hermanos.
Esto lo tuvieron muy presentes nuestros mayores quienes para proclamar la independencia se reunieron en un recinto sagrado, precisamente en esta histórica iglesia de San Francisco de Asís de Piura que hoy nos acoge, y posteriormente para jurarla lo hicieron con la celebración de la Santa Misa solemnizada con el himno del Te Deum. Nuestros antepasados eran muy conscientes que sólo Dios, que se ha revelado plenamente en la persona de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, es el verdadero garante de la libertad. Eran muy conscientes de su condición de bautizados, es decir, de que su fe cristiana debía iluminar todos los actos de sus vidas, no sólo los privados, sino también los públicos. Eran muy conscientes que su fe debía impregnar la vida pública y que su compromiso político debía estar arraigado en su fe en Jesucristo, en los principios morales y en la enseñanza social de la Iglesia, claves para construir la ansiada Civilización del Amor y para que la persona humana pueda vivir con dignidad y realizar la vocación y misión para la que Dios la ha creado.
Siguiendo el ejemplo de nuestros mayores que quisieron dejarnos una Piura y un Perú más libres, la Iglesia les pide hoy a ustedes queridas autoridades piuranas, testimoniar la fe en su actuar político con mayor valor y generosidad, ser coherentes con ella en su actuar político. “Vivir y actuar políticamente en conformidad con la propia conciencia no es un acomodarse en posiciones extrañas al compromiso político o en una forma de confesionalidad, sino expresión de la aportación de los cristianos para que, a través de la política, se instaure un ordenamiento social más justo y coherente con la dignidad de la persona humana”.
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