Para velaciones
“Roscas de muerto” sólo las de Catacaos
Sàbado 30 de Octubre 2010
Magazine Norteño
Sabrosas. Calientitas y crocantes son el manjar exigido por grandes y chicos en las fiestas de las Velaciones.
Las “roscas de muerto” y los angelitos, merecen una preparación especial, que nace de la personalidad del panadero.
Manuel Antero Sosa Flores, 82 años, casado con Margarita Mejía Mendoza, 78, lleva 65 años dándole a la harina, manteca, latas, rajas de leña y a brindar día a día el alimento indispensable del desayuno. Sus 8 hijos, 1 fallecido, le acompañan en esta tarea lo que les ha ganado el mote de que el pan de “Pirinola” es bueno y les atiende en la Mariano Díaz 108.
Joven partió a labrarse un futuro desde su natal Narihualá pero su apego a la tierra que le vio nacer, le hizo regresar de Chiclayo, de donde aprendió el negocio de la panificación.
Acá la tradición le llevó a preparar los panes, cachitos, rosquitas que le gustan a los vecinos de la Heroica Villa.
Tarea dura
Las roscas de muerto son su fuerte. El cuando comienza el día le da duró a la amasadora.
Luego deja reposar por una hora y media esta masa que contiene harina, manteca, azúcar, anís, levadura, sal, agua.
Tras esa pausa, se aboca a preparar las roscas, las cuales luego permanecen durante media hora “creciendo” las prepara para llevarles al horno.
Este que es de leña de algarrobo, es preparado en un momento oportuno y en su secreto, don Manuel Sosa, deja en su techo mientras calienta las latas conteniendo 6 roscas, luego, cuando ya está a su punto.
Secreto que sólo ellos saben, están listos para cocinarse plenamente.
Son necesarios apenas 15 minutos para lograr la química precisa y darle el sabor, forma y olor indescriptible de una excelente “rosca de muertos”.
Actualmente, él prepara un mínimo de 300 roscas pero, luego en los días de velaciones le da duro para atender los pedidos pues son cientos las familias que llegan a velar, a celebrar el retorno al terruño.
Para servirles y deleitarles les espera en Mariano Díaz 108.
No dude…. Quedará encantado.
“Roscas de muerto” sólo las de Catacaos
Sàbado 30 de Octubre 2010
Magazine Norteño
Sabrosas. Calientitas y crocantes son el manjar exigido por grandes y chicos en las fiestas de las Velaciones.
Las “roscas de muerto” y los angelitos, merecen una preparación especial, que nace de la personalidad del panadero.
Manuel Antero Sosa Flores, 82 años, casado con Margarita Mejía Mendoza, 78, lleva 65 años dándole a la harina, manteca, latas, rajas de leña y a brindar día a día el alimento indispensable del desayuno. Sus 8 hijos, 1 fallecido, le acompañan en esta tarea lo que les ha ganado el mote de que el pan de “Pirinola” es bueno y les atiende en la Mariano Díaz 108.
Joven partió a labrarse un futuro desde su natal Narihualá pero su apego a la tierra que le vio nacer, le hizo regresar de Chiclayo, de donde aprendió el negocio de la panificación.
Acá la tradición le llevó a preparar los panes, cachitos, rosquitas que le gustan a los vecinos de la Heroica Villa.
Tarea dura
Las roscas de muerto son su fuerte. El cuando comienza el día le da duró a la amasadora.
Luego deja reposar por una hora y media esta masa que contiene harina, manteca, azúcar, anís, levadura, sal, agua.
Tras esa pausa, se aboca a preparar las roscas, las cuales luego permanecen durante media hora “creciendo” las prepara para llevarles al horno.
Este que es de leña de algarrobo, es preparado en un momento oportuno y en su secreto, don Manuel Sosa, deja en su techo mientras calienta las latas conteniendo 6 roscas, luego, cuando ya está a su punto.
Secreto que sólo ellos saben, están listos para cocinarse plenamente.
Son necesarios apenas 15 minutos para lograr la química precisa y darle el sabor, forma y olor indescriptible de una excelente “rosca de muertos”.
Actualmente, él prepara un mínimo de 300 roscas pero, luego en los días de velaciones le da duro para atender los pedidos pues son cientos las familias que llegan a velar, a celebrar el retorno al terruño.
Para servirles y deleitarles les espera en Mariano Díaz 108.
No dude…. Quedará encantado.
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