Brujos profanan tumba en cementerio Simbilá
Jueves 30 de Abril 2009
Magazine Norteño
Interrumpe en su tranquilidad eterna.
Brujos inescrupulosos profanaron la madrugada de ayer la tumba de Manuel Ascensión Namuche Sernaqué, fallecido el 13 de enero de 1992 para realizar hechicería y magia negra, denunció su hijo, Manuel Namuche Valencia.
Triste fue sorpresa cuando al visitar la tumba de su padre en el cuartel Santa Cleotilde del cementerio San Pedro del antiquísimo caserío de Simbilá descubrir un cuadro aterrador.
“Habían violentado su nicho y el cajón y los huesos de mi padre estaban en desorden por el suelo y lo que es peor, le faltaba el cráneo” narra con pena este obrero municipal.
Su cólera se incrementó cuando al dirigirse a la cruz mayor pudo apreciar que algunos de los huesos habían sido velados con velas negras y a su costado pudo apreciar diversos frascos de perfumes y restos de flores, pero el cráneo de su padre, no había ninguna huella.
Junto a esa cruz de madera Manuel Namuche lloraba su rabia de ver como el esqueleto de su padre estaba incompleto, por los brujos que se llevaron su cabeza.
El reclamó que se pueda brindar seguridad a todos los deudos con la construcción del cerco perimétrico para evitar que sujetos indeseables realicen prácticas de hechicería.
Para la constatación del amargo suceso contó con la presencia del Juez de Paz de Simbilá, José de la Luz Zapata que al igual que los vecinos esperan se incrementen las medidas de seguridad, con la presencia de Serenazgo y de la Policía Nacional del Perú por dicho cementerio que por tercera oportunidad sufre un hecho similar.
Interrumpe en su tranquilidad eterna.
Brujos inescrupulosos profanaron la madrugada de ayer la tumba de Manuel Ascensión Namuche Sernaqué, fallecido el 13 de enero de 1992 para realizar hechicería y magia negra, denunció su hijo, Manuel Namuche Valencia.
Triste fue sorpresa cuando al visitar la tumba de su padre en el cuartel Santa Cleotilde del cementerio San Pedro del antiquísimo caserío de Simbilá descubrir un cuadro aterrador.
“Habían violentado su nicho y el cajón y los huesos de mi padre estaban en desorden por el suelo y lo que es peor, le faltaba el cráneo” narra con pena este obrero municipal.
Su cólera se incrementó cuando al dirigirse a la cruz mayor pudo apreciar que algunos de los huesos habían sido velados con velas negras y a su costado pudo apreciar diversos frascos de perfumes y restos de flores, pero el cráneo de su padre, no había ninguna huella.
Junto a esa cruz de madera Manuel Namuche lloraba su rabia de ver como el esqueleto de su padre estaba incompleto, por los brujos que se llevaron su cabeza.
El reclamó que se pueda brindar seguridad a todos los deudos con la construcción del cerco perimétrico para evitar que sujetos indeseables realicen prácticas de hechicería.
Para la constatación del amargo suceso contó con la presencia del Juez de Paz de Simbilá, José de la Luz Zapata que al igual que los vecinos esperan se incrementen las medidas de seguridad, con la presencia de Serenazgo y de la Policía Nacional del Perú por dicho cementerio que por tercera oportunidad sufre un hecho similar.
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